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sábado, 5 de diciembre de 2020

FAUNA MEDITERRÁNEA III: AVIFAUNA

Basta una mirada rápida al cielo, o a un árbol cercano, o simplemente prestar un momento de atención a lo que estamos oyendo para darnos cuenta que decenas de aves revolotean en nuestro alrededor. 

La representación de la avifauna en el ecosistema mediterráneo es muy notable. Algunas especies permanecen perennes durante todo el año, otras vienen a reproducirse y una tercera clase son las que vienen en el invierno y lo utilizan a modo de cuarteles invernales para comer y nutrirse con los variados frutos que este ecosistema les proporciona, tales como bellotas, madroños, bayas y frutillos de diferentes especies arbustivas. Habitan en cualquier lugar, ya sea bajo las tejas de nuestras casas, en los recovecos y agujeros de monumentos históricos, pasando por los jardines y parques, prados, dehesas y llegando hasta lo más denso y oscuro montarral del bosque mediterráneo.

Podemos desgranar esta avifauna mediterránea en 4 grandes grupos : la más abundante y variopinta, por supuesto, son las aves de pequeño porte o, simplemente, pájaros y pajarillos. En un segundo grupo podríamos agrupar a Palomas, Tórtolas, Patos y aves de similar tamaño. En un tercer grupo todas las zancudas como son las Cigüeñas, Garzas, etc. Y finalmente el grupo a mi parecer es el más interesante : las Rapaces, tanto diurnas como nocturnas.

Pero lo que realmente da vida y alegría al bosque eso son los miles de pájaros que entre las ramas de los árboles entonan maravillosos y variados cantos. Ciertamente, estos sonidos se hacen más patentes en primavera, ya que muchos de los pájaros que habitan durante los meses de primavera y verano emigran en invierno a otras latitudes (sobre todo a África) en busca de tiempo más favorable y comida. La mayoría de todos los pájaros y pequeñas aves se agrupan en una familia, la de los Paseriformes, aunque hay aves como son la Abubilla, el Chotacabras Pardo o el Abejaruco que pertenecen a otras familias. Dentro de los paseriformes podemos encontrar una variedad morfológica y cromática casi infinita que va desde el pintado y bonito jilguerillo hasta las ruidosas y negras grajas y chovas que con sus monótonos graznidos inundan plazas y plazuelas siendo lugar de anidación habitual las iglesias y los monumentos. La abundancia de la paseriformes es tal que conviven en un mismo ecosistema y nicho ecológico más de 300 especies de aves, y por lo tanto, las que más y mejor representación tienen en el monte mediterráneo.

Entre las ramas de encinas, alcornoques, madroños y acebuches, o bien, entre el matorral arbustivo podemos observar Jilgueros, Verdecillos, varias especies de Currucas, Mirlos, Tarabillas, Verderones, Oropéndolas, Herrerillos y Carboneros, estos dos últimos fabulosos trepadores invertidos, que buscan cabeza abajo y entre la corteza pequeños bichitos para llevarse al pico. Más aficionados a andar sobre la superficie terrestre son las Totovías, Cogujadas o Cogutas y las Lavanderas Blancas y Boyeras, cuya característica en común de todas ellas es poseer unas patas y dedos adaptados a caminar y llegando a poseer todas ellas una rápida carrera. También existen una serie de especies que se desenvuelven muy bien entre el matorral arbustivo del monte como son los Petirrojos, numerosas especies de “pájaros jaraleros” y varias especies de Zarzeros que como su nombre indica regentan zarzas y zarzamoras. Otras aves del monte mediterráneo son los los Zorzales comunes y los Estorninos que bien entrado el otoño y durante el invierno nos visitan para alimentarse sobre todo del fruto del olivo, la aceituna, aunque no dejan de llevarse al pico otros como las bellotas, cerezas y madroños. Habitantes de los tejados y en general de todo el casco son las Golondrinas, Vencejos, Aviones y los gorriones con sus dos especies : el Gorrión Molinero, con un negro antifaz sobre su cabeza y el Gorrión Común más pequeño que el anterior, ambos se caracterizan por ser bastante ruidosos durante la reproducción y durante el invierno cuando se juntan para dormir en las llamadas “adormideras”. También son fácilmente reconocibles en el campo otras aves como son Alcaudones comunes y reales, Ruiseñores, Urracas, Gragillas y Arrendajos, pero quizás sea el Rabilargo el ave de pequeño porte que más se identifica y define el monte mediterráneo, su colorido cuerpo, su larga cola y ,sobre todo, lo escandalosos que son con un sonido muy peculiar y único en las arboladas dehesas hacen de este pájaro uno de los más fáciles en su reconocimiento.

La alimentación de todas estas aves está basada principalmente en granos( cereales, trigo, avena...), frutos(bellotas, aceitunas, madroños y bayas o moras) o insectos e invertebrados, denominándose según sea nutrición como granívoros, tal es el caso de gorriones, jilgueros, tarabillas, verdecillos, etc ; frugívoros, como son los zorzales, estorninos y currucas ; e insectívoros, donde encontramos herrerillos, carboneros, petirrojos, etc. Incluso, algunos pueden alimentarse de pequeños vertebrados, ese es por ejemplo el caso de Alcaudón, que puede dar caza a lagartijas, algunos batracios y pequeños roedores. La mayoría de las especies tienen un patrón fijo de alimentación, por eso sobra decir, que aquellos que se alimentan de insectos cuando acaba el verano están obligados a la emigración en busca de nuevos prados y bosques donde encuentren su sustento habitual, en este caso saltamontes, chinches, hormigas, moscas... En cambio otras especies, como es el gorrión, lo que hacen es cambiar el hábito alimenticio, es decir, durante lo meses de primavera y verano aprovechan la abundancia de insectos y granos y cuando comienzan a sentirse los primeros fríos del otoño y durante todo el invierno, la retirada de toda clase de insectos en los campos obligan al gorrión a cambiar su dieta y a sustituirla por lo que hay o lo que queda en el periodo invernal.


Por otro lado, en cualquiera de las tardes otoñales e invernales paseando por el encinar de la dehesa se pueden escuchar los arrullos y zureos de las Palomas Torcaces con mucha facilidad. También bien entrada ya la primavera entre finales de marzo y comienzos de abril podremos los arrullos característicos de los machos de la Tórtola común que por esos días anda a la busca de una compañera con la cual aparearse y nidificar. La mayoría de palomas y tórtolas provienen de latitudes más norteñas, aunque ambas especies se distribuyen por toda Europa. Las torcaces son aves migradoras parciales y millones de ellas invernan en nuestros alcornocales y encinares sobre todo en el sur de la Península, siendo las dehesas extremeñas lugares frecuentes y muy preciados por esta especie de columbiforme. Y si llenan con sus siluetas alcornoques y encinares no es por casualidad, una vez más la bellota es lo que vienen a buscar, aunque también se alimentan durante su periodo de estancia de cereal y otros frutillos. Tal es la voracidad de la Paloma torcaz que las bellotas se las traga enteras y se han llegado a encontrar hasta ¡10 bellotas ! en el buche de este animal. También en ese largo paseo, con mucha cautela y sigilo, podremos observar en cualquier masa de agua estancada, el precioso colorido de principalmente dos especies de Anátidas : el Pato Cuchara, que utiliza su pico en forma de cuchara para filtrar selectivamente el agua y así poder alimentarse de los animalillos microscópicos que en ella viven y el Ánade Real (o Azulón) adaptado a la pesca mediante buceo. Tampoco hay que olvidar a las Fochas y Pollas de agua que con su aspecto rechoncho nos recuerdan a las domésticas gallinas.


Y ya para finalizar, hablar de las reinas de los humedales, pantanos que por su gran tamaño y su imponente y bella estampa quedan a más de uno maravillados ante su presencia, y me estoy refiriendo a garzas y a las cigüeñas. Las Zancudas como se les denomina habitualmente pertenecen a la familia de las Ardeidas y las Cicónidas respectivamente. Miembros destacados incluidos en la familia de las ardeidas son tres especies : la Garza Real, la Garza Imperial y la Garcilla Bueyera. Las dos primeras las podemos reconocer y a la vez diferenciar por sus colores grisáceos para la real y los pardos para la imperial, aunque también es verdad el tamaño y envergadura de la garza real es mayor que la de su pariente. Ambas son excelentes pescadoras y por eso son inquilinos habituales sobre todo de pantanos y embalses donde pescan carpas, barbos y batracios utilizando el método “arponero”, es decir, cuando están situadas en los márgenes de un embalse y ven a su presa nadar sobre su campo de acción, lanzan su pico y estiran su largo cuello y con un corto pero rápido estiramiento y acoplamiento de su cuello atrapa a su presa tal y como utilizan los barcos balleneros su arpón para dar muerte a los cetáceos. Más pequeña y de color totalmente blanco es la otra garza de la que os hablo, la Garcilla bueyera, y no es sólo su color y tamaño lo que la diferencia de las otras dos especies sino también sus hábitos alimenticios y su hábitat principal que en este caso son las praderas, sembrados y cultivos con ganado vacuno ( y de hay su nombre), al cual desparasita a la vez que le sirve de sustento. Emparentadas con estás aves provistas de zancos están la Cigüeña Negra y la Blanca, bien sea por sus largas patas o por sus preferencias alimenticias, ya que al igual que las garzas real e imperial son buenas en el arte de la pesca y acompañan en numerosas ocasiones a estás en sus jornadas de pesca en las orillas de cualquier masa de agua estancada, pero a diferencia de las garzas su estrategia de pesca es la del “buceo” introduciendo la cabeza en el agua durante un periodo corto de tiempo es esperando que algún despistado pescaito pase por el lado de su rojo pico para posteriormente dar buena cuenta de el. Y que decir de nuestra vecina blanquinegra que no se haya dicho ya, que con sus grandes y fornidos nidos adornan iglesias y monumentos y con su característico e inconfundible “gazpacho” durante la primavera nos anuncian que ya están aquí, preparadas para llevar a cabo la reproducción. Mucho más esquiva y solitaria es su prima la negra que aprovecha las densas masas forestales de encinas y alcornoques para anidar, aunque también suelen anidar en roquedos y canchales, tal es el caso del nido de cigüeña negra que se puede observar desde el Salto del Gitano en el Parque Nacional de Monfragüe. Su color es completamente negro, excepto la pechera y su cola, sus patas rojas al igual que su pico. Su color negro, es un negro brillante que reflejado por el sol da una gran variedad de colores metálicos tales como el verde, el naranja o el violeta.


©Emilio J. Orovengua

domingo, 26 de junio de 2016

¿POR QUÉ LOS OSOS POLARES ESTÁN EN PELIGRO DE EXTINCIÓN?

 (Artículo cortesía de osopolarpedia.com)

Los osos polares necesitan de un hábitat muy particular, necesitan el frío, la nieve y el hielo de los polos, de ahí deriva su nombre, oso polar. 

En los polos no tienen muchas amenazas naturales. Los osos son los máximos depredadores de la cadena alimenticia y no existen otros animales en dichas regiones que los ponga en peligro, debido a esto se nos hace difícil entender porqué están en la lista de especies en peligro de extinción. Los osos polares no están en amenazados debido a otros depredadores, o por la caza excesiva, sino por efecto directo sobre la manera en que las personas tratan el planeta y el medio ambiente. 

Nosotros, los humanos tendemos a pensar que nuestro planeta es indestructible, sin embargo es lo que estamos haciendo, destruirlo. Los osos polares viven en el Ártico, y como muchos otros lugares en la Tierra, en la región ártica los investigadores están estudiando que está sucediendo, los científicos han estado haciendo pruebas de profundidad en el núcleo, perforan un hueco hacia abajo en el hielo y sacan el núcleo, en este pedazo de hielo se hayan datos sobre el clima, la atmósfera y la temperatura en un período de tiempo específico. Los estudios han revelado datos sobre el CO2 en la atmósfera. El dióxido de carbono que debe salir de la atmósfera de la Tierra se está quedando dentro de esta, el dióxido de carbono que se queda en la Tierra, es también conocido como gases de efecto invernadero, eleva la temperatura del planeta causando el "efecto invernadero". 

Te podrás preguntar qué tiene que ver todo esto con los osos polares. Los osos polares viven en un entorno muy sensible, la región del Ártico. La región ártica se compone de nieve y hielo, de los cuales los osos polares dependen para su supervivencia. 

El "Efecto Invernadero" calienta la Tierra, y por lo tanto, se derrite el hielo que estos animales necesitan para sobrevivir. Por lo que es fácil deducir que nosotros, los seres humanos, somos la causa por la que los osos polares están amenazados. Poco a poco estamos matando el planeta y la mayoría de nosotros se olvida de esto.

De una forma más resumida y gráfica, esto es lo que está pasando...

sábado, 19 de mayo de 2012

LOS TIGRES ESTÁN AMENAZADOS.


tigre de frente
Los tigres han perdido el 93% de sus áreas de distribución histórica, continúa a gran escala la destrucción del hábitat y una depresión de las áreas de presas. Estas son las principales causas de amenaza a largo plazo para la existencia de los tigres en la Naturaleza.

Durante las últimas décadas, su hábitat ha sido destruido y degradado por la actividades humanas, principalmente la tala de los bosques para la agricultura, el comercio de la madera y el desarrollo de la construcción de carreteras.

En los últimos 10 años, el hábitat de los tigres disminuyó en un 45% y, hoy en día, los tigres ocupan sólo el 7% de su área de distribución histórica. Esta pérdida extensiva del hábitat y su rotura ha obligado a los tigres a vivir en las pequeñas y dispersas islas de hábitat restante, 

Los tigres necesitan grandes territorios, por lo que su hábitat reducido significa que menos tigres pueden sobrevivir en la Naturaleza. Además, las poblaciones aisladas son más susceptibles a la endogamia, y las pequeñas islas de hábitat son más accesibles para los cazadores furtivos que las grandes extensiones de bosques naturales.

Los tigres han sufrido junto con  la pérdida de su hábitat natural la pérdida de sus presas, por ejemplo, los ungulados salvajes como ciervos.


 Artículo cortesía de Tigrepedia

miércoles, 25 de enero de 2012

EL CONEJO DE MONTE: BREVES APUNTES


El conejo de monte es un animal típico del bosque mediterráneo, pero no exclusivo.

Precisa de zonas de matorral para defenderse, pero también zonas claras y despejadas para comer.

Es la pieza base para los depredadores del bosque mediterráneo y el 90% de los individuos no llegan al año de edad. Éste hecho implica una capacidad de reproducción tremenda por parte de estos lagomorfos. A los 3 meses son maduros sexualmente y la hembra entra en celo cada 7 días y con 30 días de gestación pare camadas de 4 a 5 crías, e inmediatamente después de la gestación puede entrar otra vez en celo. De esta forma, puede llegar a tener entre 4 o 5 camadas al año, aunque el éxito de las mismas depende de las condiciones climatológicas fundamentalmente. Si las condiciones no son las propicias para la alimentación y el desarrollo de la camada, en vez de abortar, reabsorbe los embriones de su vientre, contribuyendo de esta forma a la eficiencia energética de estos animales, ya que en la Naturaleza lo que prima es el ahorro energético y la eficiencia de los recursos. También el los conejos se dan casos de superfetación

Dentro de una comunidad hay más hembras que machos porque el cuidado de las crías es uniparental y un macho puede fecundar a varias hembras. Además, los machos son territoriales y pasan más tiempo expuestos a los depredadores y su tasa de mortalidad es mayor que el de las hembras.

Entrada del Vival

Hay que tener en cuenta que las áreas y los desplazamientos de los machos es superior al de las hembras y que estos desplazamientos y utilización del espacio se ve influenciada estacionalmente. Así, en Invierno y Verano los desplazamientos son mayores con una media de unos 70 metros, aunque los jóvenes (sobre todo machos) pueden dispersarse varios kilómetros en función de la densidad de conejos y las características de la zona.  En cambio, en Otoño y Primavera los desplazamientos no suelen exceder los 30 metros, algo que tiene una explicación bastante sencilla porque es cuando se reproducen los conejos (Octubre-Noviembre y Marzo-Abril), lo que los hace estar más ligados a sus vivales.

El área campeo en los conejos depende de:
Ø  Densidad de conejos para mantener dicho territorio ( a través de la demarcación del territorio mediante cagarruteros)
Ø  Calidad del Hábitat
Ø  Distancia a los Centros de Alimentación.

Los conejos no aprovechan mucho la comida que ingieren y si el alimento es escaso funcionan como coprófagos. Al alimentarse de plantas herbáceas son controladores del bosque respecto a árboles y arbustos.

Cagarrutas de Conejo

El conejo, dentro de un ecosistema, podríamos definirlo como una ESPECIE CLAVE, es decir, que si esta especie desapareciera por alguna circunstancia o enfermedad, muchas otras especies depredadoras también desaparecerían y por tanto el ecosistema entraría en desequilibrio. A nivel mundial, la extinción de una especie clave lleva aparejada la desaparición de entre 30 y 70 especies. En el caso del conejo, no serían tantas especies las que desaparecerían, pero sí unas 25 especies depredadoras entre ellas: Meloncillos, Zorros, Tejones, Linces, Gatos Monteses y la gran mayoría de rapaces diurnas y nocturnas.

Un problema que afecta muy directamente a los conejos es el de las enfermedades y los patógenos que las producen. La archiconocida Mixomatoxis fue creada por un veterinario francés para erradicar los conejos que se comían sus cultivos, y se propagó como la pólvora hasta España donde causó una gran epidemia. Esta epidemia ya no es tal. Y también la NHV (Neumonía Hemorrágica Vírica).  

Ante estas enfermedades, los conejos  inmunológicamente más fuertes fueron los que sobrevivieron ante la virulencia de estos patógenos y estos supervivientes, ante un nuevo azote de la enfermedad, ya estarían preparados. La virulencia del patógeno entonces comenzará a decrecer hasta crear una estabilidad (patógeno-conejo), es decir, la enfermedad seguirá afectando a los conejos, pero sus secuelas y su mortalidad será menor.

©Emilio J.Orovengua

martes, 17 de noviembre de 2009

LAS SIERRAS Y SUS SECRETOS

Las Sierras de Cañaveral son un conjunto montañoso formados por la Sierra Chica, La Sierra Grande y la Sierra de Arco. Las dos primeras se encuentran separadas por el Puerto de la Viñas o como localmente se conoce como “camino del caño”. Son grandes desconocidas por la gran mayoría de los cañaveraliegos y turistas que aún no han pisado por alguna de sus veredas, caminos o sendas durante su vida, y que es un auténtico tesoro ecológico, faunístico y botánico a pesar de quedar arrasado en el verano de 2006, pero la Naturaleza es sabia y se abre camino ante tales desastres.


A cualquiera que se le pregunte por las Sierras de Cañaveral, responderán que las sierras son eso, un accidente orográfico más de los que vertebran y atraviesan la Comunidad Extremeña con sus dos Peñas o cotas más altas: El Cancho de la Silleta con 826 metros de altura y la Peña del Aguila con sus 753 metros de altitud. Para otros, es más que un canchal solitario, aburrido y mudo, cuando una mañana temprano o una tarde en cualquier época del año, uno se pone las botas de campo, coge la mochila y los prismáticos y nos ponemos a andar (o hacer senderismo o trekking como se dice ahora) por cualquiera de sus caminos o pistas que recorren la sierra en sus distintas direcciones. No perdiendo de vista en camino por donde transitamos, podremos ver con bastante facilidad las huellas de mamíferos y aves que habitan en éstas, para ello es aconsejable llegar consigo un cuaderno de campo bien documentado con las huellas, señales y marcas que dejan los habitantes de estos lugares en el suelo, los árboles o cualquier otro lugar. Una muy buena guía es Mamíferos de España, cuyo autor es el reconocido y prestigioso biólogo Juan Carlos Blanco.

No tendremos que haber recorrido una gran distancia para toparnos con las huellas y señales de Jabalíes, Ciervos, Corzos, Zorros, Liebres o Conejos, he incluso con algo más de fortuna los podremos ver en vivo y en directo. Pero si realmente ese es nuestro día de suerte, podremos ver impresas en un arenal o en alguna zona de suelo blando las pisadas de un Gato Montés, de una Garduña o de alguna Jineta. O quizás de algún Tejón, Turón o Meloncillo siempre y cuando sepamos diferenciarlas con cierta precisión y fiabilidad.




En nuestro paseo no todo se encuentra grabado en el suelo o en los árboles, también hay que prestar atención al cielo porque aquí será donde mayor número de especies veamos, la avifauna que habita es nuestra vecina sierra. Los prismáticos nos permitirán la perfecta observación y nos harán ver lo lejano al alcance de nuestras manos, como por ejemplo, la silueta de las grandes rapaces del bosque mediterráneo como son el Buitre Negro y el Leonado o el Águila Real que suelen volar a bastante altura aprovechando las corrientes térmicas para utilizar el mínimo de energía en su habitual vuelo en busca de comida. Son las Sierras de Cañaveral lugar de paso, pitanza, cazaderos e incluso reproducción de estas grandes rapaces, y donde se pueden observar con relativa facilidad. Pero la lista de rapaces ibéricas no acaba ahí, ni mucho menos, también podremos ver en nuestro paseo Águilas Culebreras, Perdiceras, Calzadas, Alimoches, Ratoneros, Milanos Negros y Real, Cernícalos Primilla y Vulgar ( estos últimos más fácil de ver en el casco urbano de Cañaveral) y otras especies que se intuyen que están ahí y que rara ver se suelen ver como son los Gavilanes, Halcones o el Azor.

Tampoco nos debemos olvidar de la multitud de aves de pequeño porte o pajarillos que embellecen el monte mediterráneo con sus colores y sus cantos como son los Mirlos, Rabilargos, Oropéndolas, Ruiseñores, Mitos, Escribanos, Herrerillos, Carboneros, Petirrojos, Jilgueros, Verderones, Verdecillos, algunas especies de Zarceros, Aviones Común y Zapador, Alcaudón Común o Real, Arrendajos, Carpinteros y algunos córvidos como Cornejas, Urracas, Cuervos o Grajillas.


Realmente merece la pena un paseo por las Sierras de Cañaveral, ya sea por deporte u ocio, cuando te mueves por la falda de alguna de ellas o te encaramas en lo alto de un cancho en la Silleta o en Peña del Águila te das cuenta de la belleza de los paisajes y de todo lo que les rodea, sabiendo que en cada rincón de todo aquellos que miran y abarcan nuestros ojos hay vida, vida que se mueve de un lado para otro, que en ocasiones veremos en forma de pajarillo, de lagartija o de zorro e incluso de la aquella pequeña hormiga que a modo de escalada intenta trepar por nuestro pantalón para llegar a no se sabe que sitio.


Cuando uno ha caminado durante algún rato por algún rincón de las Sierras de Cañaveral se da cuenta que todo aquello que en la lejanía parece ser algo inmóvil, estéril y muerto, se mueve y tiene forma, forma de animal que va de un lado para otro por tierra o aire, dándole vida a lo que compone una gran casa para todos sus vecinos y que les permite mantener una serie de relaciones ecológicas y bióticas vitales para el mantenimiento del equilibrio dentro de un sistema. Esa casa no es otra cosa que el Ecosistema Mediterráneo.


El bosque y el monte mediterráneo hablan, nos dice y nos cuenta cosas, pero a su forma, en forma de huellas, señales, marcas, siluetas de aves,sonidos, cantos y trinos…querer escucharlo ya sólo depende de nosotros.

©Emilio J.Orovengua


miércoles, 10 de diciembre de 2008

MAMÍFEROS IBÉRICOS

Erizo ( Erinaceus europaeus)


Jabalí ( Sus scrofa)


Cabra Montesa (Capra pyrenaica victoriae)


Gamas ( Dama dama)


Más Gamas


Ciervo Ibérico y Cierva



Ciervo Ibérico (Cervus elaphus)


Gamos macho comiendo



Cierva ramoneando una zarzamora



Cierva comiendo brotes tiernos de hierba

domingo, 18 de mayo de 2008

VAMPIROS: LA REALIDAD SUPERA LA LEYENDA

Su aspecto siniestro y horrible y su peculiar dieta alimenticia han servido de argumentos a películas y libros e inspirado numerosos mitos y leyendas, de las cuales la mayoría son falsas.

Los vampiros no son peligrosos por su voracidad, es decir, por el daño que nos causen si algún día nos mordiera uno, sino por su capacidad de transmitir enfermedades. Sirven de vectores, por ejemplo, para transmitir la archiconocida rabia.

Algo que quiero que quede claro es que a nosotros, todos los europeos, es prácticamente imposible que lleguemos a sufrir un ataque por estos mamíferos "chupasangre", ya que viven única y exclusivamente en1a América tropical y subtropical, en países como Ecuador, Bolivia y Colombia.

La Familia a la que pertenecen este clase de quirópteros es la de los Desmóntidos. Dentro de esta familia, la especie que más fama tiene es el Gran Murciélago Mordedor (Desmodus rotundus), también se llamado Murciélago de Nariz Roja por los numerosos repliegues membranosos que posee en la nariz, además de unos prominentes colmillos. Se alimenta, lógicamente, de sangre que obtiene sangrando a sus víctimas. La mayoría son ganado bovino y caballar , aunque si se la presenta la ocasión, no desaprovechará un cuello humano. Su mordisco provoca una insignificante incisión por la cual saldrá la sangre que este animal lame, pero no chupa, evitando que ésta se coagule al salir gracias a numerosas moléculas anticoagulantes que posee en su saliva.

El mito de los "chupadores de sangre" nació en base a una serie de desconocimientos que el hombre tenía sobre ciertas patologías médicas como, por ejemplo, la Rabia Furiosa. Según este mito, los vampiros son en su mayoría varones, pues bien, esta enfermedad afecta 7 veces más a los hombres que a las mujeres. Otras peculiaridades vampirescas como las contracciones faciales, la fotofobia ( odio a la luz) y un desenfrenado deseo sexual coinciden con otros casos clínicos. Otros médicos, cree que estos a los que se les llamaba vampiros no eran sino esquizofrénicos o personas con trastornos psiquiátricos.

©Emilio J. Orovengua