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domingo, 23 de mayo de 2021

FAUNA MEDITERRÁNEA I : REPTILES

Hablar de reptiles es hablar de animales acorazados y de sangre fría, con pinta de llevar mucho tiempo sobre la faz de la Tierra, y no nos equivocamos, ya que son los descendientes de aquellas grandes moles de músculo y escamas que poblaron la Tierra hace más de 65 millones de años, me estoy refiriendo a los Dinosaurios. Pero quizás fue la evolución la que determinó que los reptiles a partir de la masiva extinción de los Dinosaurios fueran de menor tamaño y porte.

El bosque mediterráneo puede aún, y en estos momentos, presumir de su riqueza reptiliana amplia y extensa en la Península Ibérica. No es precisamente esta fauna herpetológica la que más pasión suscita por parte de la mayoría de las personas, aunque tanto culebras como lagartos son de gran utilidad en el seno del ecosistema mediterráneo. Las serpientes y culebras nivelan y controlan las poblaciones de ratas, ratones y otros micromamíferos. Por su parte, lagartos, lagartijas y salamanquesas son el mejor insecticida biológico para moscas, mosquitos, saltamontes y otros insectos, algunos de ellos, muy perniciosos para la agricultura.























Los reptiles mediterráneos sólo son activos a partir de la primavera, ya que su presencia en el invierno les provocaría la muerte al ser animales de sangre fría y aprovechan las soleadas mañanas para activar su metabolismo y poder dar caza así a multitud de invertebrados y pequeños vertebrados. Los reptiles son animales que no pueden mantener la temperatura constante en su cuerpo, como los mamíferos, por ello a estos animales se les han denominado poiquilotermos, al contrario que los mamíferos que son homotermos. Su metabolismo y fisiología depende enteramente de la temperatura ambiental, y por ello, podemos ver en numerosas ocasiones a lagartos y lagartijas o galápagos encima de una piedra tomando el sol, para aprovechar mejor el calor, activar su metabolismo y prepararse energéticamente para la caza. 

Otra característica inequívoca de los reptiles es que su piel está protegida con escamas o placas que las utiliza para evitar la desecación y reducir la transpiración de agua, que les han permitido colonizar nuevos lugares y aumentar así su adaptación y diversidad. La tercera de sus características es su forma de desplazamiento, reptan o se desplazan arrastrando su cuerpo por el suelo. Los menos evolucionados son los Ofidios (serpientes) y los más evolucionados aquellos que poseen patas o extremidades para su movimiento (lagartos, tortugas).

Se reproducen sexualmente y son ovíparos u ovovíparos, es decir, algunos ponen huevos en la tierra para que se incuben y posteriormente eclosionen (Ovíparos) y otros como las Víboras incuban los huevos en el interior de su cuerpo hasta que estos eclosionan y después paren las crías vivas (Ovovivíparos)

La mayoría de los reptiles ibéricos son cazadores y carnívoros, aunque hay excepciones. Son buenos cazadores porque son ágiles y rápidos, a excepción de los quelonios (tortugas). Su hábitat y nicho ecológico en el ecosistema mediterráneo es de lo más variopinto y va desde las paredes y fachadas de las casas donde es habitual ver en las noches de verano a las salamanquesas hinchándose a mosquitos y polillas, hasta la más lóbrega umbría, pasando por praderas, bosques, roquedales, charcas, montañas, etc.

Los Reptiles más representativos del ecosistema mediterráneo son :
  • Lagarto Ocelado (Larceta lepida). Este pequeño saurio pertenece a la familia de los Lacértidos. Se puede reconocer en el campo por sus manchas azuladas en el dorso. Es el lagarto a nivel de península ibérica más distribuido de todos los de su familia y sus preferencias de territorio se asientan sobre lugares con poca vegetación y secos. Antiguamente se cazaba y mataba para su posterior degustación, hoy en día su carne está prohibida para el consumo ya que debido a estas cacerías que se hacían antiguamente su población disminuyó rápidamente. Actualmente está protegido por la ley y las multas por cazar o matar a un lagarto pueden sobrepasar los 6.000 euros.
  • Lagarto Verde (Larceta viridis). Pertenece a la misma familia que el anterior y su diferencia con el ocelado radica, más que en su tamaño, en su intenso color verde que cuando refleja la luz del sol pude dar sensación de ver un lagarto casi fluorescente. Prefiere los lugares con más forraje y vegetación a fin de no ser detectado por sus depredadores. Antaño sufrió en acoso depredador del hombre al igual que el ocelado y por ello sus poblaciones se vieron afectadas. Los lagartos, sobre todo estas dos especies, se caracterizan por su gran velocidad de huida, de este modo, en numerosas ocasiones se pueden ver a estos pequeños cocodrilos cruzar a toda prisa caminos, pistas o carreteras... que por desgracia en muchas veces les cuestan la vida.
  • Lagartija Ibérica (Podarcis hispanica). De todas las especies de lagartijas que hay en nuestro país, es la que tiene una distribución y dispersión más amplia. Se caracteriza por poseer una coloración discreta y uniforme a base de tonos grisáceos que le permiten mimetizarse con su hábitat.
  • Lagartija Colilarga (Psammdromus algirus). Su nombre le viene por poseer una casi interminable cola que mide 2 veces su cuerpo. Podemos reconocerla en el suelo por sus dos rayas blancas y una negra más ancha entre ambas en el dorso sobre un color grisáceo que recubre su cuerpo y por su gran rapidez a la hora de escapar, por eso es la lagartija más rápida de las especies ibéricas.
  • Salamanquesa común (Tarentola mauritanica).Se incluyen en la familia Gekkonidae. Vulgarmente a este animalillo se le denomina “santorostro” y todos alguna vez los hemos visto pegados en la pared cerca de alguna luz o en una posición casi imposible en la cornisa o en el techo de nuestra casa. Y todo ello porque estos sorprendentes saurios poseen unos dedos aplanados adhesivos que funcionan como ventosas, al igual que las que utilizaba Spiderman para gatear a los rascacielos. Tiene un color gris que dependiendo de si es de noche o de día varia en su claridad ( su piel se oscurece por el día) y una serie de protuberancias en el lomo. Sus ojos poseen una pupila vertical o elíptica y párpados sellados adaptados a la oscuridad. Son abundantísimos y muy útiles ya que devoran gran cantidad de mosquitos... ¡Sí! de esos que nos pican en verano. No hacen mal a nadie y no hay insecticida comercial que se pueda comparar con la eficacia de una salamanquesa.
  • Culebra Bastarda (Malpolon Monspessulamum). Esta especie pertenece a la familia de los Colúmbridos, junto con otras especies de culebras, como por ejemplo la de Collar, la Coronela, etcétera. Tiene un color verdoso oliva y es la serpiente más grande que habita en la Península, pudiendo sobrepasar los 2 metros de longitud. Se caracteriza por ser una serpiente agresiva y feroz, que junto con su gran longitud, puede pegarnos en buen susto si nos tropezamos con ella. Hubo durante largo tiempo una controversia sobre si esta serpiente tenia o no veneno, finalmente se llegó a la conclusión de que sí lo posee, aunque es un sistema de glándulas venenosas poco desarrolladas y por eso se incluyó en el grupo de los Opistoglifos. Posee un veneno neurotóxico con el que mata a sus presas que se aloja en unos dientes acanalados que tiene en la parte trasera de su boca. Además de su veneno tóxico, ahoga a sus presas por constricción al igual que hacen las pitones, así pues ¡ojo con ella!. Le gustan los biotopos secos y calurosos, con vegetación y el matorral donde caza todo tipo de micromamíferos como ratones, topillos, gazapos...
  • Culebra de Escalera (Elaphe scalaris). También se le llama simplemente "Scalaris" y los grandes machos superan el metro y medio llegando incluso a haber ejemplares de 2 metros. Se puede reconocer fácilmente por sus dos líneas paralelas negras en el dorso que recorren su cuerpo de color marrón desde la cabeza hasta la cola. Sus preferencias de hábitat se enmarcan el lugares rocosos, bien soleados y con estrato matorral y arbustivo.
  • Culebras de Agua. Son varias especies las que se incluyen en este grupo, pero la más común es la Viperina (Natrix maura). Todas tienen un cierto parecido con las temidas víboras, pero nada más lejos de la realidad, ni tienen la pupila vertical o hendida , ni la terminación de la cola roma (las culebras la tienen larga y afilada), ni su tamaño y ,sobre todo, no tienen el poderoso veneno de las víboras ni sus afilados colmillos, sólo se parecen en que ambas tiene la cabeza triangular . Aún así, estas culebras engañan a multitud de predadores por su parentesco con las víboras y lo utilizan para huir de ellos. También han desarrollado una capacidad curiosa, y es que son unas excelentes actrices de teatro porque para evitar ser comidas o atacadas “se hacen las muertas” con mucha facilidad. Se alimentan a base de batracios anuros (ranas y ranitas), que viven junto a ellas en charcas, lagos, lagunas y embalses de agua dulce.
  • Víbora Hocicuda (Vipera lastati). Las víboras son un tipo de herpetofauna que es temida por la mayoría de las personas, y con razón. Son muy venenosas y nos pueden poner en un serio aprieto si alguna vez sufrimos la mordedura de una de ellas, aunque, por suerte, no suelen ser muy agresivas y tienden a huir, no dudarán en atacar si se ven amenazadas o acorraladas. Destaca en las víboras ,y sólo en ellas, la pupila hendida como la de los gatos, su tamaño es pequeño (las más grandes no superan los 70 cm), su cola es romo o sin punta y su cabeza tiene forma de triángulo (pero como he contado antes, la viperina posee también la cabeza triangular). Su veneno neurotóxico lo inyecta a través de unos grandes colmillos que tiene en la parte delantera de su boca y por ello se han incluido en el grupo de las serpientes Solenóglifos ( que poseen un aparato inoculador de veneno muy desarrollado). Ésta especie es de color grisáceo y con un zig-zag en el lomo muy característico. Viven en zonas secas, rocosas y bien soleadas. Su dieta habitual es de topillos, ratones, lirones y algún que otro invertebrado.
  • Galápago Leproso (Mauremys caspica). Pertenece al grupo de los quelonios o tortugas y su caparazón es de color verdoso pardusco. Su cuello y cara está lleno de pintas y puntos en tonos amarillos y tiene un tamaño menor que su congénere europeo, el Galápago europeo. Se alimenta de insectos y otros invertebrados como gusanos y lombrices que caen por equivocación en los lugares que regenta tales como charcas, embalses y aguas estancadas se encuentran entre sus preferencias.

©Emilio J. Orovengua

sábado, 14 de junio de 2008

ANFIBIOS Y REPTILES IBÉRICOS

Culebra de Herradura (Cría)

                                                                 Culebra Bastarda

Salamanquesa Común

Ranita de San Antonio

Sapo de Espuelas

Tritón Jaspeado


Renacuajos

Sapitos
Lagartija Colilarga

Rana Verde
Salamanquesa rosada
©Emilio J. Orovengua

miércoles, 22 de marzo de 2006

FAUNA MEDITERRÁNEA II : ANFIBIOS

Cuando en las noches veraniegas aprieta el calor, no es difícil oír en alguna charca cercana, en un pozo o en cualquier otro sitio con cierta humedad, el canto amoroso de ranas y sapos. Todo ello para encontrar una hembra que perpetúe sus genes y al mismo tiempo su especie.

Pero no sólo los sapos y las ranas son los únicos habitantes de las charcas y lagunas de nuestra tierra, sino también varias especies de los que se han denominado los anfibios con cola o Urodelos como son las salamandras, los gallipatos y los tritones.

El nombre de anfibios les viene del griego y significa “dos vidas”, es decir, habitan tanto la zona acuática como la aérea (terrestre). Debido a este comportamiento tan peculiar de estar entre dos hábitats, la naturaleza les ha dotado de sistemas fisiológicos especiales que les permiten tanto obtener el oxígeno del agua como del aire que les rodea.


Sus antepasados se remontan al Paleozoico Medio ( Devónico medio) hace unos 380 millones de años. Los primeros anfibios fueron dos especies de salamandras gigantes (como todo en aquella época), llamadas por los paleontólogos Ichthyostega y Acanthostega, y que nada se parecen a los actuales batracios y tritones. Fue a partir del Triásico ( hace 240 m.a.) cuando aparecieron las verdaderas ranas y sapos. Evolucionaron hacia un sistema de locomoción y natación ; las ranas y ranitas más adaptadas a la natación y el salto, y los sapos a la carrera y desplazamiento terrestre.


Si existe algo que realmente diferencia a los anfibios de otros animales eso es el complejo cambio que les sucede a los renacuajos desde que salen del huevo hasta que se convierten en adulto. Este proceso de cambio se denomina Metamorfosis, mediante el cual los renacuajos a medida que se desarrollan, van apareciendo en su cuerpo extremidades y las branquias por las cuales respiran serán reemplazadas por pulmones, en tres meses el renacuajo se habrá convertido en un batracio adulto. En el caso de ranas y sapos, los renacuajos pierden la cola (por ello se han denominados Anuros “sin cola”), en salamandras y tritones los cambios no son tan notorios.


Los anfibios, al igual que los reptiles, pasan las temporadas de frío o desfavorables en latencia o hibernación, aunque la de los anfibios no sea tan severa como la de los reptiles.


Su alimentación es básicamente a base de insectos, arácnidos, miriápodos, pequeños invertebrados e incluso pequeños roedores, aunque en su estado larvario y acuático son fitófagos o comedores de algas.


El hábitat y nicho ecológico de estos animales es cualquier lugar donde haya una cierta humedad. Tienen una gran plasticidad de biotopo, encontrándose habitualmente en charcas, arroyos, albercas, lagos, lagunas, embalses y ,en resumidas cuentas, cualquier pequeña masa de agua susceptible de ser habitada y donde el índice higrométrico relativo se medianamente alto.


Los Anfibios se estructuran en dos grandes grupos :
A) ANUROS. O anfibios sin cola como son las ranas y los sapos. Es característico en este grupo en canto sonoro de los machos que utilizan para comunicarse y atraer a las hembras en las noches del celo. Las voces varían de un individuo a otro y son más agudas cuanto más fino es el saco vocal. Con la boca cerrada, el sonido es amplificado por estos sacos en forma de vejigas membranosas que se hinchan con el aire de sus pulmones. En su tono también influye la temperatura y el tamaño del animal. El oído en estos animales está muy desarrollado y su tímpano se localiza en los laterales de su cabeza a modo de semicírculo.


Los más representativos y abundantes son :
· Sapo de Espuelas (Pelobates cultripes). Es un sapo de pequeño tamaño que mide entre 7 y 9 cm, de la familia de los Pelobátidos. Su peculiaridad es que posee unas estructuras córneas a modo de espuelas en los metatarsos de ambas patas posteriores que usa a modo de herramientas para enterrarse en el lodo o en la tierra. Se puede reconocer por tener el morro achatado, ojos con pupila vertical (lo que delata sus hábitos nocturnos). Su piel lisa y sin tubérculos ni verrugas con manchas negras sobre un cuerpo grisáceo.


· Sapo Común (Bufo bufo). Es también denominado vulgarmente como “escuerzo”. Pertenece a la familia de los Bufónidos y tienen en común los integrantes de esta familia en que producen veneno a través de su piel. Algo que quiero que quede muy claro es que los sapos comunes NO ESCUPEN, ni matan con el aliento o envenenan a quien los toca, nada de eso es cierto. Existen aún supersticiones y leyendas que han hecho que esta especie sea perseguida y amenazada, cuando lo que realmente son animales inofensivos que si no se les molesta proseguirán su camino y cuyos beneficios para la agricultura y el control de plagas son incalculables. Lo que si es cierto es que cuando se ven amenazados y acorralados, a la vez que se hinchan intentando aumentar su volumen para dar apariencia de ser más grandes, segregan una especie de líquido lechoso y blancuzco en su piel gracias a unas glándulas cutáneas llamadas parotoideas que excretan una sustancia neurotóxica, la bufotalina, con el fin de que si son mordidos por algún predador éste lo suelte, ya que el escozor que se le produce al atacante en la boca es un recuerdo difícil de olvidar. La hembra del sapo común es más del doble que su compañero, pudiendo llegar a medir hasta 21 cm de longitud, su aspecto es redondeado, con patas cortas adaptadas a la locomoción, sus ojos sólo reaccionan ante el movimiento y posee una lengua larga y pegajosa para capturar a sus presas y que le permite atiborrarse de toda clase de bichitos ( se han encontrado hasta ¡363 hormigas! en su estómago). Hiberna desde Octubre hasta Febrero y en primavera se produce su migración para la reproducción cubriendo entre 4 y 6 Km, a una media de 1.5 Km al día.


· Rana Verde o Común (Rana perezi). Es el inquilino más habitual y abundante de las charcas y lagunas de Extremadura. Se incluye en la familia de los Ránidos y sus ancas resultan un buen bocado cuando son rebozadas y fritas en la sartén, pero hay que decir también que la práctica de la caza de ranas está prohibida por Medio ambiente. Su aspecto tanto fuera como dentro del agua es inconfundible, de color verdoso y oliváceo, suele medir como máximo 15 cm de longitud y su piel es algo verrugosa y salpicada de manchas negras o pardas. Si nos fijamos en sus patas podemos observar que los dedos de sus patas delanteras están independientes, en cambio, los de sus patas traseras están palmeados para la natación.


· Ranita de San Antonio (Hyla arborea). Pertenece a la familia de los Hylidos y es por su color y forma una de las ranas más bonitas de la Península. Su cuerpo es rechoncho y de pequeño tamaño ( mide entre 4 y 6 cm) recubierto de una piel lisa, verde claro muy vistosa y con dos bandas negras con el borde blanco que recorren los laterales de su cuerpo desde las patas traseras hasta su cabeza. Esta ranita a diferencia de las demás tiene costumbres arborícolas, es decir, vive en zonas húmedas pegada a las hojas de las plantas. Y esta forma de vida tan peculiar gracias a que los dedos de sus patas terminan en forma de discos aplanados y adhesivos que utiliza como ventosas para trepar, incluso, por una superficie pulida como es un cristal.


B) URODELOS. Pertenecen a este grupo todas la salamandras, tritones y gallipatos ; incluidos en la familia de los Salamándridos.


· Salamandra Común (Salamandra salamandra). Podemos reconocerla en el campo por su color negro manchado de pintas amarillas o anaranjado vivo. La longitud máxima de su cuerpo es de 28 cm. Es un animal inofensivo y apacible, pero es maltratada y manipuladas puede llegar a producir una exudación cutánea tóxica (algo parecido a los sapos comunes).


· Tritón Jaspeado (Triturus marmoratus). Muy abundante en aguas estancadas. De color verdoso con grandes manchas negras y hasta 14 cm de longitud. Como característica decir que los machos presentan una cresta a lo largo de columna que se eriza cuando están en celo.



· Tritón Ibérico (Triturus boscai). Menos abundante que el anterior, este animalillo a sido víctima de su venta en tiendas de animales. Es exclusivo del oeste peninsular, por ello su protección es importante. Los colores que adornan su cuerpo son tonos grises en el lomo y anaranjado en el vientre, con manchas redondeadas de color oscuro que recorren los laterales de este batracio. Mide entre 7 y 9 cm.


· Gallipato (Plerodeles waltl). También llamado por estos lugares “marrajo” y que son en ocasiones la pesadilla de muchos pescadores de tencas y carpines, ya que vive junto a ellos en el fondo de charcas y embalses. Es el batracio más grande y puede llegar a medir 30 cm de longitud. Su piel es rugosa y posee varias protuberancias a lo largo del lomo en dos filas, es de color pardusco y puede segregar sustancias tóxicas para repeler a sus depredadores.

©Emilio J. Orovengua